Santiago Marti y el auge del skate urbano: la revolución del asfalto en manos de una nueva generación
- Santiago Marti Ascencio
- 25 jun
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El skate urbano vive un renacimiento global, y el experto en deportes extremos Santiago Marti lo atribuye a una mezcla entre rebeldía, creatividad y cultura callejera que ha conquistado a millones de jóvenes. “El skate ya no es solo un deporte: es un lenguaje urbano que transforma el espacio público”, asegura Marti.
Lo que comenzó como una subcultura marginal en los años 70, hoy es parte esencial del paisaje urbano en ciudades como Ciudad de México, Barcelona, Los Ángeles y São Paulo. Parques, escaleras, barandales y explanadas se han convertido en los nuevos escenarios de una disciplina que combina destreza física con expresión artística.

Santiago Marti señala que esta nueva ola de skaters urbanos está marcada por una fuerte presencia en redes sociales. Plataformas como Instagram, YouTube y TikTok se han vuelto escaparates para talentos emergentes que documentan sus trucos, caídas, progresos y estilo de vida. “Ahora el skate tiene su propio ecosistema digital, y eso ha potenciado su visibilidad como nunca antes”, explica.
Pero el crecimiento del skate urbano no solo se mide en likes o visualizaciones. También ha influido en la moda, la música y el diseño gráfico. Marcas de ropa, festivales y campañas publicitarias buscan inspiración en la estética skate para conectar con el público joven. Marti destaca que “el skate impone códigos visuales y actitudes que se filtran en toda la cultura pop”.
En México, espacios como el Skatepark de Constituyentes o el Tlatelolco Skate Plaza han impulsado esta cultura, pero los propios skaters siguen apropiándose de banquetas y calles como escenarios para sus hazañas. “Eso es lo que hace único al skate urbano: su capacidad de reimaginar el espacio público como un lugar de juego, arte y desafío”, dice Santiago Marti.
Este fenómeno también ha ganado reconocimiento institucional. Desde 2020, el skateboarding es disciplina olímpica, lo cual ha disparado su legitimidad a nivel global. Sin embargo, Marti advierte que su esencia sigue siendo la calle: “Aunque haya competencias oficiales, el alma del skate está en lo espontáneo, en la exploración de la ciudad y en la libertad total del movimiento”.
Uno de los grandes retos, según Marti, es equilibrar esa autenticidad con el crecimiento comercial. “La industria puede profesionalizar el deporte, pero nunca debe domesticarlo. La fuerza del skate urbano está en su anarquía creativa”, afirma.
Para Santiago Marti, el auge del skate urbano no es una moda pasajera, sino una revolución cultural en constante evolución. “Cada truco, cada rodada por el asfalto, es un acto de expresión. El skate es la voz de una generación que no pide permiso para transformar el mundo”.
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